Amnesia generacional ambiental

Hace algunas semanas fui a hacer mi columna ambiental en Radio con Vos. Hablamos sobre los incendios forestales y como siempre nos preguntamos qué podría motivar a una persona a llevar a cabo una destrucción semejante. Y me acuerdo que, mientras barajábamos opciones, Ale Berco me dijo: “¿A quién le sirve la tierra incendiada?” y me salió contestar que, lamentablemente, en algunos años, nadie se va a acordar de lo que había en esos lugares y ese olvido habilita a que (más allá de las más o menos estrictas restricciones legales) se termine modificando el paisaje y el ambiente casi casi sin que nadie se de cuenta.

Esa charla trajo a mi memoria un concepto al que me acerqué por primera vez en la época en la que era colaboradora de Agencia Telam, y si bien eso sucedió hace varios años, el concepto en cuestión sigue siendo bastante desconocido.

¿De qué concepto hablo? de la “amnesia generacional ambiental” (AGA). Antes de meternos de lleno en la AGA vale aclarar que en realidad, el concepto madre es “amnesia generacional” que hace referencia a un tipo de olvido, que tiene efectos profundos en cómo vemos el mundo, y que, desafortunadamente, todos lo sufrimos sin importar qué tan jóvenes o viejos seamos. Lo particular de esta amnesia es que no es individual, sino colectiva. No es que las personas no se acuerden del pasado que ellas mismas experimentaron, sino que la humanidad colectivamente "olvida" el mundo como era antes.

La amnesia generacional se da en todos los aspectos de la vida, e implica que las nuevas generaciones tienden a olvidar colectivamente que el mundo en el que nacieron es un mundo intervenido y transformado por las generaciones que los preceden.

Si hacemos un pequeño esfuerzo, podemos identificar muchísimas cosas de nuestra vida cotidiana que aparecieron en el mundo hace no tanto tiempo. Si observamos la tecnología de la que nos rodeamos, encontramos celulares, tablets, smartwatchs, drones, entre otros. Muchos de estos objetos a los que estamos acostumbrados, se crearon hace relativamente poco y nos resulta difícil imaginarnos la vida antes de ellos. Por lo tanto, si viajáramos en el tiempo y apareciéramos en 1990, no nos encontraríamos con esta tecnología. El mundo que recibe una persona que nace en el 2025 es muy distinto del mundo que recibió alguien que nació en 1990. Y si bien es algo bastante obvio, la persona que nace en 2025 dará por sentada toda esta tecnología y a lo sumo escuchará con gracia que sus padres no tenían internet en los celulares hasta el 2010. El olvido colectivo de una vida analógica, es llamado amnesia generacional.

Ahora vamos a lo nuestro: la amnesia generacional AMBIENTAL. A diferencia del ejemplo anterior en el que cada vez hay más tecnología, en el caso del ambiente es… al revés, cada vez hay menos naturaleza, y más daño.

Una forma simple de entender la AGA es el "fenómeno del parabrisas", si le preguntamos a personas mayores a 30 años si se acuerdan de los insectos estrellándose contra el parabrisa en viajes cercanos a campos, probablemente digan que si, mientras que si les preguntamos a los más chicos, es posible que no tengan registro de esa experiencia. La falta de insectos impregnados en los parabrisas, es la consecuencia de la disminución de insectos en áreas rurales por el excesivo uso de agrotóxicos y pesticidas.

Hace poco viví en carne propia esa amnesia. Estaba recorriendo una zona natural con dos amigxs naturalistas que saben mucho y Romi, dice “mira, un bicho canasto”. Nunca en la vida había visto un bicho canasto y cuando le mandé la foto a mi mamá y a mi abuelo los dos reaccionaron igual, diciendo que hacía años que no veían uno, que antes eran mucho más comunes. Esa experiencia no solo trajo el bicho canasto a mi conocimiento, sino que hizo que mis familiares lo recordaran y que mis amigas a las que le mandé la foto también lo conocieran. De alguna manera, lo arranqué un poquito del olvido colectivo de al menos una porción de la comunidad.

Y ¿Por qué hablamos de esto? ¿Hay algo más allá de la nostalgia? Si.

El Síndrome de la Línea de Base Cambiante (otra forma de llamar a la AGA) implica que cada generación evalúa el estado del ambiente basándose en su propia experiencia, sin considerar los cambios históricos que han ocurrido previamente, lo que provoca una reducción progresiva en los estándares de lo que se considera una condición ambiental saludable. (https://www.ecointeligencia.com/2025/01/amnesia-generacional-ambiental/*).*

Voy con otro ejemplo para aclarar lo que significa: si le preguntamos a una persona de 20 años qué se podría hacer en Costanera Sur para mejorar el ambiente en la zona, probablemente diga “poner tachos para separar los residuos, plantar árboles, poner una huerta y compostera comunitaria” (ponele). Y en algún punto… si eso es a lo máximo con lo que podemos soñar y aspirar, probablemente no logremos mucho por encima de eso. En cambio, si le preguntamos a mi abuelo, que tiene 86 años, la misma pregunta, el probablemente diga “habría que hacer algo para descontaminar el agua y que la gente pueda volver a bañarse”. La aspiración de la generación de mi abuelo es mucho más alta que la de alguien de 20 años. Pero… ¿Por qué? Sencillamente porque las líneas de base de las que parten son diferentes. La línea de base de mi abuelo es mucho más alta porque él mismo experimentó en su niñez bañarse en las aguas de Costanera Sur y añoró toda su vida esa época, fue testigo en primera persona del daño. Por su parte, la persona nacida a principios de los ‘00 nunca nadó en esas aguas, nunca vio a nadie nadar en esas aguas y tal vez ni siquiera tenga un abuelo que le cuente que cuando era chico nadó en esas aguas. La línea de base de esa persona no le permite ni siquiera soñar con descontaminar el agua y pone un techo en la recuperación y restauración ambiental a la que aspiramos.

Como estos ejemplos que les comparto hay miles: las luciernagas que antes se veían y ahora casi nunca, el canto de las ranas los días de lluvia, los pájaros, la vegetación, etc, etc, etc. Te invito a pensar en tu infancia, a recordar esa naturaleza que antes veías y que casi sin darte cuenta, desapareció.

Para no terminar tan abajo, pensemos ¿Cómo podemos rescatar del olvido a la naturaleza que supimos disfrutar? ¿Cómo podemos volver a la vida y darle más lugar a la flora y la fauna en las zonas urbanas para que las nuevas generaciones no se críen creyendo que el mundo está hecho de cemento?

La línea de base de la que partimos se forma a partir de las experiencias que vivimos, de aquello que llegamos a conocer. Por eso, para tratar de evitar la amnesia generacional ambiental, las generaciones de los mayores pueden fomentar "patrones de interacción", a partir de los cuales se alienta a los niños y jóvenes a buscar la naturaleza.

Una de las formas más efectivas es la restauración continua del ambiente natural, recuperando la biodiversidad perdida mediante proyectos de reforestación, restauración de hábitats y conservación de especies, lo nos lleva a mejorar el estado de los ecosistemas y servir de recordatorio de lo que alguna vez existió. (https://www.ecointeligencia.com/2025/01/amnesia-generacional-ambiental/).

Pero también hay algo mucho más simple: salir a conocer y observar: en Argentina hay muchas organizaciones que proponen avistamientos de aves y caminatas de reconocimiento en reservas naturales. Por ejemplo, Aves Argentinas organiza salidas de observación mensuales GRATUITAS en la Reserva Ecológica Costanera Sur, además de compartir los distintos encuentros de observadores de aves que se llevan a cabo en todo el país.

Un último consejo: vayan a cualquier plaza, dejen el celu, observen, aprendan el nombre de algún árbol de su cuadra y del pájaro que más aparece en su día a día, la memoria colectiva se compone de la información con la que la alimentamos cada unx de nosotrxs, todos los días.

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